Diferencias entre educar y entrenar a un perro
- Centro Canino Higuerote
- 18 ago 2016
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Aunque ambos términos parecieran ser lo mismo son técnicas totalmente distintas, actualmente, aún se confunden con mucha facilidad estos dos conceptos.
Los entrenamientos son métodos que consiguen desarrollar el potencial de utilidad que el perro lleva dentro. Son métodos que se aplican en cada perro desde lo más fácil hasta lo muy complicado. Los distintos tipos de adiestramientos conciben al perro como elementos de trabajo especializados. Por medio del adiestramiento, conseguimos que el perro realice una función en concreto según ordenes especificas bien sea orales, visuales o sonoras.
Pero la diferencia fundamental radica en que el perro adiestrado es un perro para que cumpla ciertas órdenes dentro de un hogar o para trabajar, mientras que el perro educado es un perro para “estar”. El perro educado no tiene porqué saber una actividad en especial o alguna tarea, aunque adiestrado puede llegar a cumplirla. Un perro educado es que sepa convivir siguiendo con las normas de su familia humana y con la sociedad.
Otra de las diferencias entre adiestramiento y educación es que para adiestrar un perro dependiendo del nivel de destrezas que se quiera conseguir debe tener algún tipo de madurez; un cachorro de 3 meses podrá aprender a caminar con la correa, sentarse, echarse o a venir al llamado pero no tendrá la madurez necesaria para rastrear olores. A medida que vaya creciendo podrá ir cumpliendo niveles hasta completar hasta donde queremos llegar en las destrezas que adquiera nuestro perro.
La educación, no tiene un momento de comenzar, desde que el perro nace está siendo educado por la madre. Esta se encarga, aún cuando los cachorros están amamantando, de que no se alejen, Y cuando los cachorros ya caminan solos, les enseña los lugares a donde no deben acercarse, a detectar los peligros y huir de ellos, aprenderán jugando con sus hermanos a controlar su mordida, ser seguidores de un líder y otras tantas enseñanzas que una madre aplicada compartirá con sus hijos. Cuando separamos al cachorro de su camada y nos lo llevamos a casa, esta educación debe continuar desde el primer día y, a diferencia del adiestramiento, la educación es una labor continuada durante toda la vida del perro.
EDUCACIÓN DEL CACHORRO O UN PERRO ADULTO
La educación de un perro jamás termina, siempre hay que darle lineamientos nuevos o refrescar los anteriores, debe saber quien lidera el núcleo familiar, debe respetar siempre. Esto es motivado a que, en el día a día siempre cambiamos algo, adquirimos un mueble nuevo, cocinamos algo diferente, vienen visitantes nuevos a casa y todo esto genera nuevos olores y sensaciones en las que un perro quiere descubrir.
La filosofía de la educación no consiste en premiar o castigar según haga bien o mal las cosas, sino en poner límites a su comportamiento. Es decir, no permitir que haga lo que no debe hacer, así como hacerle hacer lo que queremos que haga.
Un perro mal educado, saltara sobre las personas, los muebles, morderá todo aquello que este a su alcance, cualquier lugar de casa será considerado como el baño, los paseos serán una tortura jalando o peleando con otros perros, ladrara descontroladamente y muy desafortunadamente generara que su familia humana los castigue físicamente, encadenen, encierren, los separan del grupo familiar y todo esto agravara ese mal comportamiento.
Un perro educado, que se ha desarrollado bajo el adecuado control, acaba teniendo un buen autocontrol de su agresividad, de su excitabilidad, de sus miedos y dispone de una alta capacidad de resistencia a la frustración, tan necesaria para que el perro pueda controlar sus impulsos. Obviamente, las características particulares de cada raza pueden influir en que el trabajo educativo sea más o menos arduo, ya que existen rasgos que están más a flor de piel que otros, por lo que estos requieren una atención mayor a la hora del control de determinados aspectos, mas siempre se puede lograr una buena educación.
Una de las claves fundamentales para llevar a buen término la educación de un perro es la relación entre el afecto que se le prodiga y la disciplina que se le exige. La conjugación de estos dos elementos nos da la clave para que el perro sea feliz y, al mismo tiempo haga felices a todos en su familia.
ENTRENAMIENTO:
El entrenamiento de un perro siempre requiere de mucha constancia, repetición, calma, trabajo arduo y comprenetarse muy bien con el perro para que comprenda que es lo que queremos que haga.
Los niveles de entrenamiento van desde obediencia básica con respuesta a comandos específicos como sentrase, echarse, quedarse, venir. Obediencia avanzada repetir los comandos básicos pero a distancia, rastreo de olores con respuestas adecuadas a los requerimientos cuando son encontradas y desarrollo de muchas labores en las que un perro puede cumplirlas muy eficazmente.
Un entrenamiento requiere por parte del entrenador canino dominio de técnicas, imaginación, preparación, amor hacia los animales, conocimientos y experiencia; malas prácticas de entrenamiento pueden generar problemas de conducta bastante severos. Cada perro es un individuo totalmente diferente, aun entre ejemplares de la misma raza y de una misma camada, por ello se debe evaluar a cada perro antes de iniciar cualquier etapa del entrenamiento para saber que técnicas aplicar.
Hoy en día también se está trabajando en problemas conductuales que mucho tienen que ver con la educación recibida en el hogar, sin darse cuenta refuerzan una mala conducta y esta respuesta es aprendida; también están las fobias a cosas en particular como los sonidos fuertes, miedos, agresividad y todo esto es tratado con técnicas de modificación de conductas.
La educación es indispensable para la convivencia, así como el adiestramiento nos ayuda a controlar mejor al perro y a hacernos más fácil su manejo.
Lo importante es que no jueguen con la salud de su perro, tanto física como psicológica cualquier problema que tengan siempre consulten con un profesional.
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